Skip to main content

La electrificación de la última milla en España: ¿Cuánto camino nos queda por recorrer?

Aún queda un largo camino por recorrer para cumplir con los objetivos de electrificación en España.

Pilar Cervigón

Por Pilar Cervigón

16 de agosto de 2022

3 minutos de lectura

Foto de una furgoneta en movimiento por una calle

Todos los gestores de flotas que estén considerando un cambio a vehículos eléctricos tienen dudas fundamentales que abarcan el rango, la elección, el precio, la velocidad de transición y la infraestructura. Si bien los cuatro primeros muestran un progreso constante, la infraestructura sigue siendo un desafío.

Consideraciones

La viabilidad de electrificar flotas de última milla y vehículos ligeros debe tener en cuenta una serie de consideraciones: la primera es la disponibilidad de puntos de carga rápida locales o en ruta. La carga en depósito probablemente será la opción preferida para las grandes empresas, pero muchas organizaciones más pequeñas no tendrán los fondos ni el espacio físico para crear centros de carga para toda la flota.

 

El miedo a las colas de vehículos inactivos y con batería agotada que esperan para cargar es un gran inhibidor de la adopción de vehículos eléctricos. Las variaciones en los precios, las tarifas de estacionamiento por separado y las horas de acceso limitadas complican aún más las cosas. El problema de los puntos de carga disponibles se agrava aún más en las áreas suburbanas y rurales donde la inversión no se ha materializado, y las autoridades priorizan las ciudades y las áreas urbanas.

 

Esto es de especial preocupación para los distribuidores de productos frescos y congelados donde los viajes de ida y vuelta son más largos. A su vez, esto significa aún más presión sobre la gestión de la ruta y la carga. Afortunadamente, el Gobierno anunció a principios de año que va a doblar el impulso del vehículo eléctrico con una tercera edición del plan Moves, cuyos recursos van dirigidos a ayudar en la compra de vehículos eléctricos y en la inversión de infraestructura eléctrica. Esta nueva edición del plan multiplicará por cuatro la asignación presupuestaria del pasado año y alcanzará los 400 millones de euros.

 

También es importante considerar el impacto futuro en la red eléctrica. ¿Tiene nuestra red eléctrica la suficiente capacidad como para respaldar a una nación de vehículos eléctricos en las horas pico de carga? ¿Cómo serán los modelos comerciales o los subsidios para quienes hagan la transición en masa? ¿La configuración actual para la compra y venta de energía es propicia para tener cientos y miles de empresas con capacidades de almacenamiento de energía a mediana escala en su depósito? Es importante que nosotros, como industria, expresemos estas preocupaciones y propongamos nuestras propias sugerencias y soluciones que nos beneficiarán tanto a nosotros como al medio ambiente.

 

Este último punto debería reducir el coste de los nuevos vehículos eléctricos ligeros a mediano plazo, ya que los fabricantes se unen por completo a la nueva norma de electrificación. Sin embargo, la forma en que ese efectivo se distribuya en todo el país será decisiva para las áreas suburbanas / rurales.

 

La última consideración es la presión sobre los propios gestores de flotas para desarrollar la estrategia correcta y tomar las decisiones de transición adecuadas. La electrificación de flotas (o incluso vehículos individuales) requiere una inversión considerable y las decisiones no se pueden tomar a la ligera en una industria donde los márgenes son reducidos. Afortunadamente, existen herramientas gratuitas para ayudar a informar ese proceso de toma de decisiones, como nuestro propio Informe para la adopción de vehículos eléctricos (EVSA), que ofrece recomendaciones de adopción de vehículos eléctricos al hacer coincidir los datos telemáticos de la flota existente con los datos de rendimiento de vehículos eléctricos del mundo real.

Casos prácticos

Más allá de la transición inicial, el acceso a una gran cantidad de datos de la flota para mantener bajos los costes operativos también será una necesidad para los gestores de flotas. Durante los últimos años, Geotab ha estado trabajando con Gnewt, la única flota de entrega de última milla totalmente eléctrica del Reino Unido, para ofrecer una solución telemática que transformaría la forma en que regula y gestiona las operaciones de carga de su flota. La clave del éxito fue una API que proporciona visibilidad de toda la flota sobre el estado de carga y el estado de carga.

 

La integración de la plataforma Geotab en su infraestructura de carga in situ proporciona a Gnewt acceso inmediato a los datos de carga y vehículos con mayor carga. La información de la flota en tiempo real, organizada y verificada en la nube, permite al equipo realizar cálculos algorítmicos consistentes y fiables sobre la mejor manera de cargar dentro del edificio: Gnewt ha logrado aumentar la cantidad de vehículos que puede cargar en el transcurso de una jornada laboral de 30 a 80, al tiempo que se abren nuevos modelos para vender el exceso de carga a la red en las horas punta.

 

La capacidad de las empresas para electrificar con éxito recae principalmente en dos áreas: tener la infraestructura disponible para dar el salto, y luego los datos y el plan para mantener viables las operaciones. Estos requisitos y responsabilidades recaen tanto en las empresas como en las autoridades locales.

 

Se necesitará un esfuerzo verdaderamente concertado, una inversión y colaboración a gran escala para cumplir los objetivos de 2030. La tecnología y los conocimientos técnicos están ahí, pero aún queda un largo camino por recorrer.

Suscríbete al blog de Geotab


Pilar Cervigón
Pilar Cervigón

Marketing Manager Europe en Geotab

Suscríbete al blog de Geotab

View last rendered: 11/20/2024 17:28:04