¿Por qué debería preocuparme por la seguridad de mi flota?
Descubre cómo mejorar la seguridad de los conductores de tu flota gracias a la tecnología telemática de Geotab
Por Joaquín Domenech
4 de agosto de 2022
•8 minutos de lectura
El 31 de Octubre de 1900 se matriculó el primer coche en España, un Clément para quien tenga curiosidad. En 1909 se celebraba en París la primera Convención Internacional sobre la Circulación con Automóviles, donde se establecen las primeras señales de tráfico comunes.
En 1959, para hacer frente a las necesidades derivadas de la creciente motorización del país, se crea la Dirección General de Tráfico, adscrita al Ministerio de Interior.
A principios de los 90, comenzamos a ver síntomas de preocupación por la seguridad vial y el Instituto de Estudios de Sanidad y Seguridad Social acomete el primer trabajo del que se tiene constancia sobre el cálculo de los costes en accidentes de tráfico en España. A partir de aquí se toma conciencia del problema y se suceden unos estudios tras otros.
Recientemente el Observatorio Europeo de Seguridad Vial ha estimado el coste total que implica un accidente vial en función de su gravedad:
- Accidente vial leve: 17.900 euros
- Accidente vial grave: 237.800 euros
- Accidente vial mortal: 1.913.000 euros
Estos costes totales engloban costes médicos, costes de servicios judiciales y de emergencia, daños materiales y pérdidas de producción.
Sin embargo, en lo que respecta a las empresas todavía resulta complicado poder cuantificar el coste que les están suponiendo los incidentes de seguridad de sus flotas. ¿Qué parte de las cantidades anteriores van a tener que asumir en sus cuentas?
Aquí es donde nos queremos centrar, no sin antes recordar que los accidentes de tráfico, más allá de un apunte de costes en un balance, son una tragedia humana que ninguna sociedad moderna puede tolerar, permitidme parafrasear a Pere Navarro, Director General de la DGT.
El cóctel de costes
Vamos a encontrar dos ingredientes principales: la indisponibilidad de los conductores y la indisponibilidad de los vehículos. Y sobre esta base iremos añadiendo otros factores.
Comencemos por la indisponibilidad de los conductores. Cuanto mayor sea el índice de incidentes de seguridad en nuestra flota, mayor será también el riesgo de absentismo. Tengamos en cuenta las siguientes estadísticas:
- Cada año más de seiscientos mil trabajadores sufren un accidente laboral con baja en el desarrollo de su trabajo.
- El 12% de estos accidentes laborales con baja es de carácter vial.
- La duración media de la baja es de 35 días para los conductores de coche y 43 días para los que conducen camiones o furgonetas.
Esta reducción de nuestra plantilla de conductores nos obliga a realizar inevitablemente una reorganización de nuestras operaciones y, en algunos casos, podemos encontrarnos con pérdidas de negocio o como mínimo empeoramiento de nuestro servicio al no contar con los recursos habituales. (¿Entregas retrasadas?, ¿material dañado?, etc...)
Además de la indisponibilidad de nuestros conductores, nos vamos a encontrar también con mayor índice de indisponibilidad de los vehículos, ya que los que se han visto involucrados en incidentes de seguridad es muy probable que tengan daños y necesiten pasar por taller. Esto empeora el punto anterior: además de conductores, perdemos vehículos y entramos en el círculo vicioso de dedicar más tiempo a replanificaciones que a ofrecer nuestro propio servicio.
Veamos el resto de factores
Debemos tener en cuenta el coste de las reparaciones y remolcados.
En el mejor caso estarán los vehículos que no necesiten pasar por un taller para reparación, que al sufrir habitualmente un estilo de conducción agresivo provocarán un incremento inmediato en el consumo de combustible, así como un mayor coste de mantenimiento en el medio/largo plazo.
Aún más, añadamos a la coctelera todo el tiempo dedicado a gestión de multas y la subida de las primas de seguro.
Aderecemos con algunos intangibles, como puede ser el daño a la imagen de nuestra compañía por la conducción inapropiada de vehículos que circulan con nuestra marca y colores corporativos, o la contribución a un ambiente de trabajo estresante para nuestros conductores. Estos van a percibir que trabajan en un entorno de riesgo y desmotivador.
Nuestro cóctel de costes está listo. Podemos ponerle nombre: Molotov o Bloody mary serían nombres apropiados. En cualquier caso, este cóctel va a resultar indigesto tanto para los gestores de flota que no pueden controlar la seguridad de sus vehículos, así como para los CIOs / CEOs que van a tener que rendir cuentas de los resultados operativos.
La seguridad vial relacionada con el trabajo debe tratarse como una responsabilidad compartida entre la empresa y el empleado.
A continuación, vamos a ver algunas estrategias que podemos poner en marcha con Geotab para controlar la seguridad de las flotas y alcanzar este doble objetivo: conseguir un ambiente más saludable para nuestros conductores y minimizar los costes que hemos mencionado.
El informe sobre comportamiento de conducción
Según datos que nos ofrece la DGT, la agresividad al volante multiplica por 10 el riesgo de sufrir un accidente con víctimas y por 30 el riesgo de sufrir un siniestro con heridos graves.
Un 35% de los españoles se consideran agresivos al volante y reconocen no ser precisamente un ejemplo de paciencia.
Respecto al cinturón de seguridad, el 23% de los fallecidos que viajaban en turismo o furgoneta el pasado año no hacían uso del cinturón de seguridad.
El informe sobre comportamiento de conducción de Geotab se centra en estos tres elementos para determinar el índice de seguridad: la conducción agresiva, el uso del cinturón y el exceso de velocidad.
¿Cómo lo hacemos?
La información sobre el uso del cinturón la vamos a obtener directamente a través del puerto OBD, donde tenemos conectado nuestro dispositivo. Además, tenemos la geolocalización y velocidades máximas permitidas en cada punto del mapa, por tanto podemos determinar cuándo se produce un exceso de velocidad.
¿Y la conducción agresiva?
El dispositivo de Geotab lleva incorporado un acelerómetro de tres ejes que mide las dinámicas de fuerza g en el vehículo. La ilustración muestra cómo asociamos las fuerzas g con los diferentes comportamientos agresivos.
Combinando toda esta información vamos a obtener un cálculo muy preciso sobre el nivel de riesgo de cada conductor. Vamos a la práctica: supongamos que mi empresa opera con 50 vehículos. ¿Puedo obtener un índice que me dé una idea de cómo estoy a nivel de flota?
La respuesta es sí. Este informe se convertirá en un cuadro de mando integral para la seguridad de la flota. La valoración media del nivel de seguridad global de los 50 vehículos me dará una idea del nivel de preocupación que debería poner en este aspecto.
¿Debería preocuparme tener un 48% de los conductores en nivel de riesgo alto?
La respuesta es sí. El dato invita a ahondar un poco más en los hábitos de conducción de esta flota. Una forma es desglosando estos índices en dos grupos más específicos: los mejores y peores conductores, siempre hablando en términos de seguridad en la conducción.
Esta vista de los datos me permite dar un salto muy importante: desde la preocupación, pasamos ahora a la definición de acciones concretas para mejorar la seguridad de la flota. Deberemos apoyarnos en la política de seguridad vial y/o recursos humanos de la compañía para definir un plan de acción. Algunas ideas pueden ser invitar al grupo de conductores de riesgo a un curso de reeducación vial o, en el otro extremo, ofrecer algún tipo de incentivo a los mejores conductores, ya que la compañía se ha beneficiado directamente por sus buenas prácticas al volante.
Poner en marcha este cuadro de mando integral sobre comportamientos de conducción nos va a permitir:
- Aumentar la seguridad del conductor
- Identificar los principales factores de riesgo
- Reducir el número de accidentes y por tanto crear un ambiente más saludable
- Reducir el número de infracciones de tráfico
- Menores costes de mantenimiento del vehículo
- Minimizar los tiempos de inactividad de nuestro vehículos
Algunos de vosotros lo habéis visto claro. Esto es lo que necesito. Otros os estáis planteando cómo va a sentar esto a vuestro equipo de conductores. En este aspecto hay diferencias importantes entre países respecto a la madurez para aceptar dispositivos telemáticos. Si pensáis que poner en marcha estas iniciativas puede suponer un reto, podéis valorar una versión dulcificada del método anterior: la gamificación.
La gamificación nos permite medir lo mismo pero presentarlo de otra forma: una competición entre los conductores, y esto suena bien distinto. Si optas por este tipo de estrategia, debes tener en cuenta 3 reglas muy básicas:
- Comunicar claramente en qué consiste el juego. Por ejemplo vamos a medir excesos de velocidad y uso del cinturón de seguridad
- Marcar un periodo de inicio y fin de la competición
- Establecer cuáles van a ser los premios para los ganadores
Todo esto está muy bien, pero, ¿hay forma de que el conductor sepa en qué momento se está incumpliendo alguna regla?
La respuesta vuelve a ser afirmativa. Para esto tenemos el Refuerzo Continuo de Habilidades (en inglés). El dispositivo que tenemos conectado en el puerto OBD puede lanzar notificaciones directamente al conductor mediante sonidos. De manera que en nuestra plataforma de Geotab podemos configurar bajo qué condiciones queremos que el dispositivo emita estos pitidos y alerte al conductor de que está infringiendo alguna norma de seguridad vial, como, por ejemplo, los excesos de velocidad.
Esta estrategia es muy efectiva porque incita a que el conductor corrija un determinado riesgo en tiempo real y se puede combinar perfectamente con lo que hemos visto anteriormente.
¿Puedo usar estas técnicas y al mismo tiempo garantizar la privacidad de los conductores? Tengamos en cuenta que en muchas flotas los conductores combinan el uso profesional y personal.
Con Geotab, los conductores siempre van a tener la posibilidad de poner su vehículo en MODO PERSONAL y de esta forma se dejarán de registrar los datos de geolocalización o velocidad.
Tenemos diferentes formas para hacer esta conmutación de modo profesional a modo personal y viceversa.
Por ejemplo lo puede hacer directamente el conductor de forma muy ágil mediante una aplicación en su teléfono móvil simplemente pulsando un botón o bien se pueden establecer una serie de condiciones automáticas. Por ejemplo por horas de trabajo: a partir de las 6 de la tarde el vehículo pasa a modo personal y a las 9 de la mañana pasa a modo profesional. Esto es totalmente personalizable.
Hemos visto estrategias efectivas para mejorar el nivel de riesgo de nuestros conductores cuando están al volante y también contener los costes asociados a estos riesgos. Desgraciadamente, aún poniendo todos nuestros mejores esfuerzos en esto, los accidentes ocurren. Nuestra misión es poner todos los datos de los vehículos conectados a disposición de sus gestores para que puedan comprender con exactitud qué ha ocurrido en un accidente, y poder así complementar los testimonios verbales de los conductores.
Para esto, tenemos el módulo de reconstrucción de accidentes, que nos va a permitir generar un informe completo para poder interpretar un accidente o colisión.
Veremos el punto exacto donde se ha producido el impacto en el vehículo:
La trayectoria del vehículo y la localización exacta en el mapa donde tuvo lugar la colisión:
También tendremos disponibles todos los datos del motor que nos permitirán entender bajo qué condiciones se produjo la colisión. Por ejemplo, el siguiente perfil de velocidad nos indica que en el momento del impacto el vehículo circulaba por debajo de la velocidad máxima permitida.
Sabemos que el impacto se produjo en la parte trasera del vehículo y el siguiente gráfico nos permite comprender la intensidad de la colisión.
La aceleración que sufrió el vehículo a causa del impacto fue de 54 m/s² (línea roja). También vemos que se produjo cierta aceleración en el eje lateral del vehículo (línea amarilla) pero de mucha menor intensidad, lo cual es compatible con la colisión en la parte trasera.
Como podéis ver, tener toda esta información nos abre una gran ventana para poder tener una comprensión precisa de las condiciones en las que se ha producido un accidente o colisión. Sería imposible llegar a este nivel de reconstrucción/compresión sin los datos que nos proporciona el dispositivo telemático de Geotab.
Quiero concluir recordando que la seguridad vial debe ser una responsabilidad compartida entre la empresa y el empleado. El incremento de las cifras de siniestralidad que se ha producido en los últimos años se ha convertido en uno de los principales problemas para ambos. Hemos revisado las implicaciones que esta siniestralidad supone tanto en costes para las empresas, como para la salud de los empleados.
Desde Geotab, ayudamos a las compañías a mejorar la seguridad y eficiencia de sus flotas, reduciendo el coste total de propiedad de las mismas.
Ponte en contacto con nosotros: https://www.geotab.com/es/contacto/
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